Por Ricardo Orrego Arboleda.
Presentador y periodista de Caracol Noticias
Muchos románticos del fútbol y de la vida han pasado años alimentando ilusiones, sueños, imposibles.. Esa, sobretodo, ha sido la dura, pero bella tarea de los aficionados de equipos llamados 'chicos', que en los últimos años hemos gozado con momentos de gloria jamás imaginados..
Ser campeones de Colombia?.. imposible. Llegar a la Copa Libertadores?.. de locos. Llevarse el título como mejor club de América?.. ni en sueños. Y estar a un paso del trofeo como mejor equipo del planeta en Japón con la Interncontinental?.. toda una utopía. Utópico, para muchos si.. pero para otros, posible tambíén.
Quieren un ejemplo.. Particularmente esa película del Once Caldas 2004 me pasa y se repite perrmanentemente en mi cabeza. Todos esos imposibles, esos "sueños" de infancia o de barrio, fueron superados por la realidad.
Así cucuteños que "soñar no cuesta nada".. por eso no cobran, ni le mandan la DIAN a uno. Hay libertad para el pensamiento, todavía en este país.. Y por eso, por los logros del rojinegro al mando de Pinto que lo sacó Campeón de Colombia y ahora por el buen arranque copero bajo la batuta del profe Bernal, es que se mantiene ese derecho a soñar.
Claro que para que las ilusiones pasen al plano terrenal se necesita trabajo, voluntad, unión y en especial seguridad en si mismo. Si volvemos al Once de 2004 habrá que decir que era un equipo humilde, sin grandes figuras, de bajo presupuesto, pero con una fe inigualable. Un grupo que se trazó objetivos a corto o inmediato plazo. Partido a partido, fase a fase, hasta que se "estrelló" con una final copera ante el monstruo de mil cabezas, Boca Juniors. El final del profe Montoya y sus muchachos todos lo recordamos.. Once Caldas Campeón de América.
Una escena que, lo acepto, en ocasiones me desvela o me despierta sobresaltado, como si todavía estuviéramos en la grama del Palogrande, sufriendo con la definición de los penaltis, con Henao gigante y héroe, con mi pulso acelerado, la garganta seca y los párpados cargados de lágrimas.. esas que sólo salieron a flote la madrugada en que el argentino Jonathan Fabro falló el penalti ante el Porto en Japón y le costó el título de la Copa Intercontinental al Once.
¡Ay! que días, que noches, que recuerdos.. como dicen por ahí: "Y quien nos quita lo baila'o".. Yo, enamorado de mi Manizales del Alma, tengo el orgullo como caldense y como periodista deportivo de vivir ese sueño de ganarlo casi todo. Eso que no pasa a menudo en nuestro país.. Por eso, porque se puede y porque este Cúcuta ilusiona es que les digo que "Tenemos derecho a Soñar"..
Hasta pronto,
Ricardo Orrego Arboleda
Presentador - Periodista Canal Caracol
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