Por Jhonsson Rojas. Periodista Caracol Noticias y Gol Caracol.
Salvador Sánchez, un cucuteño de raices profundas fue el que hizo el trabajo "sucio" en Brasil.
Era el primero en levantarse y el útlimo en acostarse. "El chato", como cariñosamente lo llaman en el grupo rojinegro y quien acompaña al equipo desde el torneo de la B, siempre estuvo con todas la pilas puestas.
Atendió cada necesidad de los jugadores. Una camiseta por aquí, unos guayos por allá, agua, encargos y todo lo concerniente a los deseos y hasta caprichos.
Su posición en el equipo es bien importante, pués Salvador está pendiente de los uniformes, los balones y el equipaje de carga para la logística en los desplazamientos del Cúcuta Deportivo.
Salvador dice que el viaje a Brasil fue muy emocionante, que le gustó el país que disfrutó de todo, menos del partido. ¿Cómo? no vio el partido ? No, el viejo salva se quedó encerrado en el camerino porque los guardias de seguridad no le dejaron pasar hasta el campo.
Entonces fue cuando tuvo las clases intensivas de portugués, con un señor que estaba el el camerino y pegado al radio, sólo escuchando la algarabía, así se enteró de la gran actuación del rojinegro.
Salvador preguntaba cada instante cuanto falta? Para alistar el agua, y todas las cosas que se necesitan en el intermedio del partido.
Terminó el partido y Salvador le dijo a su informante gracias nos llevamos un punto, ahora a recoger, empacar, alistar, porque está seguro que éste no fue ni su pirmer, ni último viaje internacional, ya selló su pasaporte y espera seguir acumulando millas y sellos.
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