Es un homenaje al amigo, al entrañable compañero al que conocimos por destino de la vida en una moto. Con el que disfrutamos de las cosas buenas, de los mejores ratos, pero también de los días en los que intercambiamos consejos. Al teléfono el qué pajooo, era inconfundible, una amistad sin esperar nada a cambio. 'Rolito', te fuiste adelante, pero dejaste huella, una sonrisa, tu mirada pícara, muchas enseñanzas, te aventuraste a ser amigo y lo cumpliste, fuiste tras tus sueños y los conseguiste, ahora tus amigos te extrañamos porque esperabámos al saludarte, abrazarte y que nos respondieras con esa calidez, con esa sonrisa que dibuja tu ser.
Gracias por todo, desde arriba, cuida nuestros pasos, ya tu caminaste por esta vida y sabes lo que es ser futbolista, cambista, pintor, mensajero, cualquier profesión que tomaras, nada te quedaba grande, porque tuviste la guia de tu gran espítirtu, ahora vuelas en otro espectro y en tu Cúcuta se quedó un inmenso silencio, la caravana rumbo a tu morada fue más ruidosa que ninguna otra.
A tu familia fuerza, la fuerza que necesita debe venir de tu alma que se reparte entre todos tus hijos, seres queridos y amigos. Dios sabe que ya necesitaba esa sonrisa, esa amistad y esa entrega. Javier, ahora estás del lado del Padre de todo lo divino y lo humano, desde allá, sigue sonriendo que nuestros corazones sentirán tu presencia.
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